Casi sin mayores sorpresas se llevó a cabo la más reciente edición de los Premios Emmys. De hecho, gran parte de los ganadores en las categorías principales se repitieron el plato.
Succession ganó como mejor serie dramática, Ted Lasso hizo lo propio en comedia y Zendaya volvió a imponerse por su rol en Euphoria. Inclusive Jason Sudeikis y Jean Smart repitieron en las categorías de actuación en comedia.
Aún así, en medio de todas esas victorias, sí hubo una gran sorpresa: el surcoreano Lee Jung-jae ganó como mejor actor de una serie dramática por su rol en el hit de Netflix, El Juego del Calamar.
Dicho éxito representa, por un lado, la primera vez en la historia que un actor asiático gana por una serie que no está hablada en inglés. Asimismo, también representa la primera gran victoria para una serie extranjera en los premios centrados en celebrar lo mejor de la televisión de Estados Unidos.
Los otros nominados eran Jason Bateman (“Ozark”), Brian Cox (“Succession”), Jeremy Strong (“Succession”), Bob Odenkirk (“Better Call Saul”) y Adam Scott (“Severance”),
Pero en todo el resto del escenario, gran parte de las selecciones de los Emmys fueron absolutamente previsibles. Lo mismo ocurrió con sus omisiones, ya que Better Call Saul sigue sin ganar pese a las decenas de nominaciones acumuladas a lo largo de su historia.